lunes, 17 de septiembre de 2007

Aquello que me pertenece...



Así es, tan simple y tan complejo como el solo. Tan difícil de darse, pero imposible de quitarse.
Sentir impotencia por no poder recuperarlo, tenerlo en mis manos una vez más y entregárselo a aquel que quiero que pertenezca, necesito que me lo devuelvas, es mío, lo necesito, no seas egoísta por favor, bésame una vez más y dámelo, entero con todas sus partes, tal como te fue entregado. Lleno de ilusión, limpio, y con ganas de amar. Sin un solo rasguño que lo haga más fácil de romperse. Así, fuerte como la primera vez, integro y con tantas ganas de ser feliz, de enamorarse, de sentir tantas cosas maravillosas de las que yo estoy privada de tener, de vivir.

Si tan solo supiera como sacarte de mi memoria, de la suya. Si tan solo tuviera la receta para volver a sentir lo que alguna vez sentí por tí, y que nunca más he vuelto a sentir. No con esa intensidad, no con esa ilusión, no con esa pasión y esa capacidad de sentir un hormigueo tras otro, sensaciones que no paran.

Tanto sería capaz de dar, tanto sería capaz de dejar. No pido volver a tenerte, no. Solo quiero y ruego si es necesario, que me devuelvas lo que algún día te dí con tanto amor. Ya no es tuyo, convéncete de eso por favor y déjalo ahí a un lado, yo correré a buscarlo.

Pero ahora tendré miedo, quizá, de volver a entregarlo.

No hay comentarios.: