lunes, 18 de febrero de 2008

Temibles verdades...






Es realmente complicado hablar desde el fondo,

a veces las palabras no salen, a veces temes herir,

a veces temes equivocarte, no encontrar las adecuadas.

Muchas veces e intentado describir, cada vez, me acerco más.

Y antes de cualquier cosa que pueda decir o sentir en ese instante,
crece una especie de temor que me invade,
que cruza mis huesos y toca mi alma, en lo más profundo,
ahi donde se encuentran aquellos sentimientos más bellos,
los más dulces, los más humanos, incluso cohibiendo a los más seguros.


Es entonces donde la confusión surge como un vil lider
que maneja inseguridades, temores, deseos, penas,
ganas de llorar y reir, de amar, incluso de acabar con lo nuestro.

Asi es, los maneja a su antojo, ya no soy yo,
sino un tumulto de sentimientos y emociones que corren despavoridos,
anhelantes de un guía, un salvador.


Si supieras cuan molesto es no saber como actuar,
querer decirte todo lo que siento, pero tener ,a la vez,
tan claro como nada más en ese momento que cada palabra
puede causar un efecto contrario al que yo deseo causar en ti.
Pero tambien sentir la responsabilidad de confesartelos,
sin importar lo demás, aunque asi no lo deseo en mi corazón.


No es fácil para mi todo esto que me sucede,
puedo encontrar miles de explicaciones,
puedo creer que ya acabaron,
pero aún así aparecerían cientas más
que quieren ser conocidas, que quieren ser abordadas.

No puedo prometer un fin, tan solo puedo ofrecer una lucha,
que no tendrá más armas que mi amor, nuestros recuerdos,
nuestra felicidad, y mi seguridad.

En este momento quisiera decir tantas cosas más,
contarte con más detalles.
Pero todo lo que debes saber,
es que no hay nada que no pueda solucionar
una suave caricia nacida de tu corazón
y expresada por tus manos.


[Es todo.]

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